Desde el corazón

La postura de meditación

La postura de meditación y otros aspectos físicos

El cuerpo
El cuerpo debe estar sentado derecho y erguido, sin estar inclinado ni torcido, con la atención dirigida hacia dentro.
Es importante tener una postura en la que se esté distendido, relajado. Pienso que lo apropiado es que cada uno encuentre una postura que le resulte cómoda, en la que pueda estar a gusto. Pueden ser apropiadas las diferentes posiciones corporales, excepto estar acostado o demasiado recostado .
Se enseñan diversos puntos en cuanto a las piernas y las manos. No es necesario, sobre todo para los principiantes, entrar en todos los detalles. En este nivel inicial, podemos cruzar las piernas como resulte conveniente. Si no es muy cómodo, podemos igualmente sentarnos en una silla.

Las piernas
Normalmente las piernas se colocan en la posición del loto, que consiste en sentarse en el suelo con las piernas cruzadas y con los tobillos apoyados sobre los muslos, la pierna derecha se dobla sobre la pierna izquierda. También tienes la opción de sentarte en la postura del medio loto, para ello sólo has de acercarte el tobillo izquierdo al cuerpo y doblar frente a ti la pierna derecha de una forma relajada, si esta postura te sigue resultando incómodo, siéntate en una silla. Asegúrate de que tenga un respaldo recto. Siéntate en la parte delantera sin apoyar la espalda. Deja que las piernas descansen cómodamente sobre el borde de la silla, con las plantas de los pies apoyadas en el suelo.

Los brazos y las manos
Se recomienda colocar las dos manos sobre el regazo, a dos dedos de distancia por debajo del ombligo. La mano derecha descansa en la izquierda, con los dos pulgares tocándose con suavidad.

También es correcto colocar las manos sobre las rodillas con las palmas hacia arriba.

Prueba ambas posturas para ver cuál de ellas te resulta más cómoda.
No pegues los brazos al cuerpo, deja que cuelguen a medio palmo de distancia.

La espalda
Intenta, sin esforzarte, mantener la espalda tan derecha como puedas. La columna ha de estar lo más recta posible para que la energía fluya libremente. La buena circulación de la energía tiene un efecto positivo sobre la meditación, tanto para el cuerpo como para la mente

La boca
La boca ha de estar relajada y en una posición natural, y la punta de la lengua ha de tocar suavemente la base del paladar, justo en la raíz de los dientes de la mandíbula superior Esto facilita que la respiración no se haga por la boca. los dientes y labios deben descansar de un modo natural.

Los ojos
Mantén los ojos ligeramente abiertos, , sin estar ni muy abiertos ni muy cerrados dirigiendo la mirada siguiendo la línea de la nariz hasta llegar al suelo, al principio si te resulta más fácil meditar con los ojos cerrados, pero no es conveniente acostumbrase a hacerlo así, procura no caer dormido ni ponerte a soñar despierto. Un consejo practico: en general cuando la mente esta inquieta, es mejor bajar la mirada, y cuando esta soñolienta subirla un poco.

La cabeza
La cabeza colocada sin que se incline hacia arriba, abajo o hacia un lado, ha de estar ligeramente inclinada hacia delante, con la barbilla metida un poco hacia dentro, como si fuese un gancho.

Los hombros
Relaja los hombros y deja que cuelguen, lo esencial es no moverse y tener la columna vertebral bien derecha. La inmovilidad es esencial para relajar el cuerpo

La respiración
Se aconseja dejar la respiración en su estado natural, no debe ser audible, violenta o agitada, sino que debe ser siempre lenta, sin esfuerzo y sin que se sienta la exhalación y la inhalación. Para ello, el Método apropiado es desarrollar la atención en la respiración sin influir en su ritmo. Es suficiente ser consciente de la respiración tal y como surge naturalmente.

Instrucciones sobre la duración de las sesiones
No hay problema en que las sesiones sean cortas o largas. Sin embargo, para la mayoría de los principiantes si las sesiones son largas surge el olvido y se cae en la distracción.

Para que el que está comenzando con diez o quince minutos esta bien y desde ahí se va aumentando conforme se progresa, para el resto, depende cada uno en que nivel este, esto debe estar de acuerdo con la experiencia y la propia capacidad mental del practicante. En cualquiera de los casos nunca hay que forzar ni el cuerpo ni la mente.

El momento para meditar
En cuanto a cuando es el mejor momento para meditar, yo diría que es en la mañana cuando el cuerpo se supone que esta más descansado y la mente más fresca, pero cualquier momento es bueno para meditar - la meditación no hace daño a nadie- siempre y cuando se haga correctamente. Excepto después de haber comido, no meditéis nunca recién comidos.

De todas formas, como podéis comprender, lo más apropiado es encontrar un profesor cualificado que os enseñe correctamente, lo que yo escribo no sustituye la presencia de un maestro bien instruido y con los conocimientos suficientes para hacer que la meditación sea una herramienta de un gran valor para vuestra vida.
Zopa